"Cuando tengo un poco de dinero, me compro libros. Si sobra algo, me compro ropa y comida" (Erasmo dixit)
Habla la diosa de la Estupidez/Locura:
Dibujo de Hans Holbein el Joven |
Como mi genealogía no es
conocida de muchos, voy a tratar de exponerla, con el favor de las musas. No fue mi padre ni el
Caos, ni el Oreo, ni Saturno, ni Júpiter, ni otro alguno de esta anticuada y podrida familia de dioses,
sino Pluto, aquel que a pesar de Hesíodo y Homero y hasta del mismo Júpiter, es el verdadero padre
de los dioses y de los hombres. Según su antojo se agitaban y se agitan las cosas sacras y las
profanas, y a tenor de su arbitrio se rigen guerras, paces, mandatos, consejos, juicios, comicios,
matrimonios, pactos, alianzas, leyes, artes, lo cómico, lo serio y -me falta el aliento- las cosas
públicas y privadas de los mortales. Sin su favor, toda esta turba de dioses de que hablan los poetas,
y diré más, ni los mismos dioses mayores, o no existirían en absoluto o no podrían comer caliente
en sus propios altares. Si alguien tuviese a Pluto airado contra él, no le valdría ni el auxilio de Palas.
Por el contrario, quien le tenga propicio, puede permitirse mandar a paseo al Sumo Júpiter y su rayo.
Éste es el padre de quien me enorgullezco y éste fue quien me engendró, no sacándome de la cabeza,
como lo hizo Júpiter con la aburrida y ceñuda Palas, sino en la ninfa Neotete, que es la más bella y
la más alegre de todas. Tampoco soy fruto de un triste deber conyugal, como lo fue aquel herrero
cojo, sino lo que es mucho más deleitoso, «de un amor furtivo», como dice nuestro Homero. No
caigáis en el error de creer que me engendró aquel Pluto aristofánico, que tenía un pie en el
ataúd y la vista perdida, sino un Pluto vigoroso, embriagado por la juventud, y no sólo por la
juventud, sino aún mucho más por el néctar que gustaba beber puro y largo en el banquete de los
dioses.
El texto completo:
Si Erasmi levantara hoy la cabeza, qué de cosas escribiría.
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