jueves, 8 de octubre de 2009

La cruda realidad

Me preguntaba si alguna vez habrá políticos españoles que valgan la pena. No pido gran cosa por ahora, me conformo con que sepa hablar con autoridad, rigor y dominio, (pedirle que me entusiasme ya es pedir DEMASIADO, y mira que soy facilona en términos de entusiasmo...). Que cumpla sus expectativas lo dejaré para una exigencia posterior.

Ver "el Ala Oeste de la Casa Blanca" no ayuda nada, más bien perjudica por agravio comparativo. Es evidente que esos políticos no existen, ni esa conciencia de servicio a la comunidad de la que se hace gala en la serie. La triste verdad es que tendemos a asociar la política hoy día más como un ejemplo de la corrupción del poder, que como el liderazgo al servicio a los ciudadanos.

Tampoco ayuda leer a P.H.Thompson, un historiador tan sumamente humanista que te hace reflexionar y dejar de mirar la historia como una cosa abstracta, centrando la atención donde siempre debió estar: en las personas que la vivieron.

Y sobre todo, leer a Walt Whitman, un poeta que canta a la vida sin pegas, sin gilipolleces y sin medias tintas. En general, a todo y a todos, porque la totalidad es digna de ser cantada.

Al final del día cierras los libros, apagas el DVD y te preguntas ¿dónde coño está esa gente hoy día y por qué coño yo no tengo el honor de conocerlas? JODER.