lunes, 31 de diciembre de 2012

Corred insensatos


Adiós 2012

-a tus finales del Mundo que nunca empezaron
-a tus reyes caídos que ningún taller podrá reparar
-a tus aristocracias y oligarquías medievales viviendo del cuento, de la amnistía y los paraísos fiscales, mientras al populacho le toca “trabajar más, y por desgracia, cobrar menos”
-a tu impunidad putrefacta para los de arriba y tu severidad ejemplar para los de abajo
-a tus pueblos desvalijados que no saben encontrarse así mismos
-a tus búsquedas de Sentido, en paradero desconocido
-a tus búsquedas inútiles de Sensibilidad, degollada en el matadero por el costo de mantenerla con vida
-a tu idea engañosa de un Estado que ha demostrado no existir, salvo en las neblinas del sueño de unos pocos idealistas que creen en algo más grande que el dinero
-a tus secuestradores, saqueadores y violadores vestidos de traje y corbata, que mataron esa idea y ese sueño que pertenecía a todos para quedársela ellos
-a tus lunes al sol y a tus doctrinas del shock
-a tu sentimiento de culpa, a tu indefensión, a tu cerviz doblada
-a tu plaga de carroñeros, chupasangre y quebrantahuesos financieros hipotecando futuros de pueblos enteros entre comilona y comilona
-a tus “sálvese quien pueda”, a tus “oportunidades de negocio”, a tus “miente, miente, que algo queda”
-a tu Justicia de rancio abolengo que se avergüenza de viajar en tercera con el pueblo al que dice proteger
-a tus jefes de Estado que lo están vendiendo a pedazos como si fuera suyo
-a tus borracheras insípidas y a tus resacas amargas
-a tus muertes televisadas, a tus suicidios desesperados, a tus colas de beneficencia
-a tus “que se jodan”, a tus “mayorías silenciosas”, a tu “único camino posible”
-a tu desmantelamiento sistemático de derechos sociales construidos con sangre, sudor y lágrimas, durante siglos de historia porque “es la manera de salvarnos a todos”
-a tus bancos privados salvados con dinero público y vendidos a un euro
-a tu moneda única para gobernarlos a todos
-a tus bidones de basura cerrados con candados
-a esa puta “marca España” que se vende tan barata
-a tu soberanía popular convertida en simple eufemismo
-a tu “Constitución intocable” salvo para cuando te apetece follártela
-a tus discursitos de banderitas de colores, naciones y fronteras para ocultar el saqueo
-a tus tontos que se lo creen
-a tu asesinato de lo Universal, lo Social y lo Público
-a tu prostituido premio Nobel de la Paz... carcajada universal.

Adiós a ti, todo tú, 2012, sin caretas, sin disfraces, sin metáforas, de principio a fin, de mierda hasta arriba, cínico, anarcocapitalista, mercenario. 

Menos mal que todo lo que sube tiene que bajar y todo lo que empieza tiene que acabar, y las trolas son cada vez menos creíbles y la verdad más cruda y difícil de digerir.  

PD. Prometo ser más alegre para 2013.

domingo, 19 de agosto de 2012

Allí donde un gato defeca puede ser el lugar donde tú sueñas

Mi pequeña gata está en esa edad en que todos al verla arquean las cejas formando una "S" tumbada y gimen "ohhhhhhhh", pero a mí me resulta complicado reaccionar igual después de que se haya meado dos veces en mi cama y se haya cagado detrás de mi puerta.
Los gatos usan instintivamente su cajón de arena y ella no ha sido una excepción, desde el primer día que llegó empezó a usarlo, solo que, transcurrida una semana y media de su nueva vida doméstica, estudiados cada metro cuadrado de su nuevo hogar, ha llegado a la conclusión de que mi habitación, en toda su totalidad, es su cajón de arena, su cagadero, ese último boquete en el mundo donde uno va a soltar sus desechos e inmundicias y luego se va corriendo para no olerlo. 
Y una se pregunta qué es lo que le ha hecho cambiar de opinión, qué resorte ha hecho clic en su cerebro gatuno para tomar semejante decisión. 
Y una mira su habitación, ese lugar que le ha costado más de un año convertir en suyo (sin sentirlo todavía como propio) y se pregunta qué es lo que está tan mal para que otro no vea en él más que un buen lugar donde soltar sus mierdas. 
Antes, durante y después de poner lavadoras, fregar y fumigar, me inundó una sensación de profundo cabreo. Sí, ridículo caer en proyecciones mentales provocadas por las costumbres defecatorias de una cría de gato, "si otros consideran mi espacio un retrete, por extensión, ¿me consideran una mierda a mí?"
¿Es por eso que me he cabreado? 
No, será porque he tenido que coger su caca con una servilleta, y porque de no haber sido por la funda protectora de colchón Skydda Latt, ahora tendría el colchón lleno de lunares amarillos gigantes. 

En este retrete de gato tengo mis libros, mi portátil, mis álbumes de fotos, mis libretas de dibujo, mis proyectos abortados de pintura, un largo compendio de sueños escritos, recordados, y otros silenciados. Y aunque la lista de fracasos sea larga e impongan su peso excesivo a un incierto futuro con su gris estadística, lo cierto es que la lotería siempre le toca a alguien a pesar de la estadística. 

No importa la mierda que vean los demás siempre que tú veas el potencial.
 
Voy a dejar que mi gata me mire fijamente. Voy a dejarle descubrir que en el fondo todavía albergo alguna promesa de prosperidad, aunque no lo crea ni Dios. Voy a matarla si vuelve a cagarse en mi cuarto.  Voy a cantar

Are we falling or flying
Are we falling or flying
Are we living or dying
Cause my friend this too shall pass
So play every show like it's your last

(A lo Jeff Bridges en Crazy Heart)

 

viernes, 17 de agosto de 2012

Un minuto es suficiente


Te despiertas en la playa.

Éramos las únicas personas que había en la playa.Con un palo Tyler trazó en la arena una línea recta a varios metros de distancia. Volvió a enderezar el tronco y apelmazó a pisotones la arena alrededor de la base.

Fui el único que presenció la escena.

Tyler me pidió que me acercase y me preguntó:

—¿Sabes qué hora es?

Yo siempre llevo reloj.

—¿Sabes qué hora es?

Le pregunté: «¿Dónde?».

—Aquí y ahora —me dijo Tyler.

Eran las cuatro y seis minutos de la tarde.

Al cabo de un rato Tyler se sentó a la sombra de los troncos enhiestos con las piernas cruzadas. Tyler per­maneció sentado unos minutos, se levantó y se dio un baño, se puso una camiseta y unos pantalones elásticos y se dispuso a marcharse. Tenía que preguntárselo.

Tenía que saber qué había estado haciendo Tyler mientras yo dormía.

Si me despertara en un lugar distinto, en un momen­to diferente, ¿lograría despertarme siendo otra persona?

Le pregunté a Tyler si era artista.

Tyler se encogió de hombros y me indicó que los cinco troncos eran más anchos por la base. Tyler me mostró la línea que había trazado en la arena y la forma en que había calculado con ella la sombra proyectada por cada tronco.

A veces te despiertas y tienes que preguntarte dónde estás.

Lo que Tyler había creado era la sombra de una mano gigantesca. Sólo que ahora sus dedos eran tan lar­gos como los de Nosferatu y el pulgar era demasiado corto, aunque me dijo que a las cuatro y media exacta­mente, la mano sería perfecta. La sombra gigantesca de la mano era perfecta durante un minuto y durante un minuto perfecto Tyler había estado sentado sobre la palma de esa perfección creada por él.

Te despiertas y no estás en ningún sitio.

Un minuto era suficiente, dijo Tyler; hay que trabajar duro para lograrlo, pero por un minuto de perfec­ción valía la pena el esfuerzo. Lo máximo que podías es­perar de la perfección era un instante.
Chuck Palahniuk
EL CLUB DE LUCHA

Lo máximo que puedes esperar de la perfección es un instante. 
Palabra de Tyler. Y si él lo dice, ¿quién va a discutir?

viernes, 17 de febrero de 2012

Corazón Trueno

Es una de esas pelis que he visto mogollón de veces y que hace que suelte el mando a distancia en esos raros días en que mi auto-programación televisiva se fastidia  (o sea, cuando se me jode el pendrive o cuando el vídeo no quiere leer el puñetero DVD, o hecatombes parecidas). Anoche la echaron por casualidad y volví a tragármela. Los paisajes desérticos de Dakota del Sur me hipnotizan, igual que el lustroso e interminable pelo largo de los pieles rojas. También que Ray, el agente del FBI con sangre Siux -pero renegada-, se enfrente a su sombra a regañadientes y acabe encontrándose así mismo empujado por los avispados ojos de un Hombre Medicina, que lee en él "como en la Guía de Páginas Amarillas", según palabras de Caballo-Cuervo. Caballo-Cuervo es el poli indio que me cae bien desde el principio, atravesando el desierto con su motocicleta y su pelo al viento, sin casco, (habrase visto, ¡un poli sin casco! las leyes en la reserva son más laxas) que saluda al FBI con un bonito corte de mangas, o con una multa, o con bromitas irónicas sobre su capacidad de leer huellas o escuchar el viento, y que acaba convirtiéndose en la bisagra que abre la puerta de la comprensión de Ray. Tiene desde el principio ese aire de tranqui que todos querríamos en nuestros compañeros de viaje (aunque para mí siempre será Leonard, el cocinero del Roselyn Cafe en Doctor en Alaska). 
A este mejunje de personajes le añadimos visiones y sueños, un destino por cumplir, una comunidad herida, el consabido "Los espíritus han hablado", y resulta un compendio exquisito que posee todo lo que tiene que tener una historia para conquistarme. La denuncia visual y brutal de las condiciones de vida en la reserva india y el dilema de la crisis de identidad que les impone el futuro. ¿Mantenerse en sus tradiciones e independencia en una reserva tercermundista o asimilarse al gobierno de Estados Unidos? 
"Es un pueblo vencido" dice Frank, el otro agente del FBI, el que representa al sistema, al Gobierno de Washington, al que le importa un pito la verdad del crimen que están investigando o la gente con nombres y apellidos. Él está allí para plantar un sello oficial en un expediente, ocultando un plan más grande para acabar con la organización de resistencia india y favorecer al grupo pro-gubernamental, que negocia con grandes empresas la concesión para explotar terrenos de la reserva repletas de Uranio (contaminando de paso los ríos y el ganado). 
Hay una auténtica guerra civil entre indios que luchan por organizarse y mantener su independencia, y los favorables a la asimilación con el gobierno de Estados Unidos. He ahí los viejos dilemas de la aculturación... o la culturación, o la transculturación... -la verdad es que no lo tengo muy claro- de los pueblos conquistados (aunque eso hoy día, en la era de la globalización en la que los pueblos se despojan de sus viejas vestiduras y tradiciones quedando reducidos a quién tiene la pasta y quien no, da un poco igual).
Supongo que por eso me gusta tanto la peli y me cae bien Ray, porque llega del otro lado, con sus gafas ray-ban y su rolex, con su autoconvencido distanciamiento oficial, con sus burlas al misticismo indio... y acaba dándole ostias a una panda de matones abusones, buscando la verdad tras la cortina de humo del FBI, teniendo un perro por copiloto, visiones espirituales que muchos indios quisieran para sí, y, sobretodo, implicándose de corazón en una lucha moral y humana hasta convertirse en Corazón Trueno. 
Cuando Frank le da a elegir (rifle en mano y dispuesto a usarlo) entre que ponga su firma al expediente oficial y tener lo que quiera en el FBI, o ser fiel a un puñado de pieles rojas y suicidarse, Ray le da la espalda y se aleja caminando entre los cañones desérticos de Dakota del Sur, esperando el tiro de gracia.     

Aunque la moral y la humanidad suelen perder la partida frente al poder -poder entendido así en abstracto- es un milagro digno de ver cuando el corazón del hombre truena como una tormenta frente a los crímenes, dando la espalda a la mentira, negándose a participar.
 
Nunca he entendido por qué esta película está tan infravalorada. Sólo le dan un 5,5 en Filmaffinitty y no es de esas que suelen incluir en las grandes listas. Quizás soy yo la que la sobrevalora, pero no puedo evitarlo. Sobre gustos no hay nada escrito, oyes. No sé, tiene algo.  Quizá el simple exotismo, siempre me puede, soy así de fácil.



Nota: El director rodó la peli tras rodar el documental "Incidente en Oglala" sobre el activista indio Leonard Peltier. La peli se inspira en estos hechos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Leonard_Peltier
 

lunes, 6 de febrero de 2012

Era...ERAsmo

"Cuando tengo un poco de dinero, me compro libros. Si sobra algo, me compro ropa y comida" (Erasmo dixit)
Habla la diosa de la Estupidez/Locura:

Dibujo de Hans Holbein el Joven
Como mi genealogía no es conocida de muchos, voy a tratar de exponerla, con el favor de las musas. No fue mi padre ni el Caos, ni el Oreo, ni Saturno, ni Júpiter, ni otro alguno de esta anticuada y podrida familia de dioses, sino Pluto, aquel que a pesar de Hesíodo y Homero y hasta del mismo Júpiter, es el verdadero padre de los dioses y de los hombres. Según su antojo se agitaban y se agitan las cosas sacras y las profanas, y a tenor de su arbitrio se rigen guerras, paces, mandatos, consejos, juicios, comicios, matrimonios, pactos, alianzas, leyes, artes, lo cómico, lo serio y -me falta el aliento- las cosas públicas y privadas de los mortales. Sin su favor, toda esta turba de dioses de que hablan los poetas, y diré más, ni los mismos dioses mayores, o no existirían en absoluto o no podrían comer caliente en sus propios altares. Si alguien tuviese a Pluto airado contra él, no le valdría ni el auxilio de Palas. Por el contrario, quien le tenga propicio, puede permitirse mandar a paseo al Sumo Júpiter y su rayo. Éste es el padre de quien me enorgullezco y éste fue quien me engendró, no sacándome de la cabeza, como lo hizo Júpiter con la aburrida y ceñuda Palas, sino en la ninfa Neotete, que es la más bella y la más alegre de todas. Tampoco soy fruto de un triste deber conyugal, como lo fue aquel herrero cojo, sino lo que es mucho más deleitoso, «de un amor furtivo», como dice nuestro Homero. No caigáis en el error de creer que me engendró aquel Pluto aristofánico, que tenía un pie en el ataúd y la vista perdida, sino un Pluto vigoroso, embriagado por la juventud, y no sólo por la juventud, sino aún mucho más por el néctar que gustaba beber puro y largo en el banquete de los dioses.


El texto completo:


Si Erasmi levantara hoy la cabeza, qué de cosas escribiría.

miércoles, 1 de febrero de 2012

Muy comestible y agradable al tacto

Extraído sin más ánimo que el de que la gente invierta 3 eurillos (es lo que me costó en el carrefour) en él:
(Yo añadiría: para ser un listillo, o parecerlo)

Denis Diderot, el amigo de Rousseau, está encarcelado en la torre del castillo de Vincennes, acusado de propagar pensamientos subversivos en sus escritos. Para aliviar su situación, le está permitido pasear por el parque y recibir visitas de vez en cuando. Rousseau emprende el camino de París a Vincennes varias veces por semana para filosofar con su amigo sobre el futuro de la sociedad mientras ambos caminan por el parque del establecimiento. Una de esas tardes, en 1749, Rousseau se dirige a Vincennes. Es un día de octubre especialmente caluroso. Andar bajo el ardiente sol resulta muy cansado, incluso para un paseante ejercitado como Rousseau. Para obligarse a ir despacio, el ginebrino se ha acostumbrado a leer mientras camina. En esta ocasión, lleva la revista Mercure de France consigo. Al ojearla, descubre la convocatoria del concurso anual de la Academia de Dijon. La institución preguntaba acerca del valor moral de los logros culturales: <<¿El progreso de las ciencias y las artes ha contribuido a ennoblecer o a corromper las costumbres?>>. Apenas lee estas palabras, Rousseau se queda como electrificado. Se desploma en mitad de la  calle, rompe a llorar, incluso necesita sentarse un rato, tal es la sacudida que le provoca la idea que acaba de concebir. Ante él se abre un nuevo mundo. En ese preciso momento, en un camino rural polvoriento entre París y Vincennes, bajo la luz resplandeciente del sol de la tarde, nace el crítico de la civilización más influyente de la sociedad moderna, embargado por sus sentimientos, naturalmente.
Rousseau narra estos acontecimientos en su autobiografía y, tal y como es habitual en él, no escatima en emoción ni en preciosismo retórico. Se presenta ante Diderot flotando de excitación. Su amigo le anima a participar en el conclurso. Rousseau responde a la pregunta de la Academia -que esperaba algo completamente distinto- con una inequívoca convicción en contra de la cultura. Por primera vez plasma en un papel la tesis que le ha hecho célebre. Su teoría es la que sigue: cuando el hombre vivía en armonía con la naturaleza, era bueno y feliz; sin embargo, el progreso de la civilización le ha corrompido moralmente, ha causado su infelicidad y le ha robado su libertad. El escrito de Rousseau, Discurso sobre las ciencias y las artes, obtuvo el primer premio de la Academia y su autor se convirtió en una celebridad de la noche a la mañana. Rousseau fue el precursor de la vida sencilla en el campo, del sentimiento y de la sinceridad, del amor romántico y de la libertad del individuo. Es la voz de la Ilustración que anuncia un programa contrario al progreso de la civilización y que contrapone los ideales del sentimiento y de la moral al uso de la razón.
La civilización equivale para Rousseau a la cultura de la gran ciudad: la vida de los ricos y los que poseen educación en el Antiguo Régimen y la cultura de la corte. La civilización supone la imposición de la cortesía y del disimulo. La cultura produce personajes criticones como el Rameau de Diderot. Para Rousseau, la civilización significa masificación y ajetreo, lujo y mentira, frialdad de sentimientos y soledad entre la masa, y demasiada reflexión. La naturaleza es una vida en armonía y sencillez. Una existencia en soledad, tranquilidad, cordialidad en el trato, sinceridad, amistades verdaderas y amor (La nueva Eloísa). Es el mundo de la alimentación sana que evita las enfermedades de la civilización y que hace innecesaria la medicina. En la naturaleza, la vista contempla un paisaje bello, se recupera el ánimo y se celebran fiestas alegres y rústicas en reuniones sin pompa ni etiqueta. Es el único lugar donde el hombre puede ser él mismo, mostrar su autenticidad. El ideal de Rousseau es el "buen salvaje", que si bien puede resultar ingenuo, nunca será falso.
Rousseau odia los libros. Su modelo de niño, Emilio, tiene prohibido aprender a leer hasta cumplir doce años. Pero en este punto, la pescadilla se muerde la cola: si el filósofo no hubiera publicado sus ideas en un libro, no se hubieran extendido por toda Europa y nadie tendría la menor noción de quién era Rousseau. El pensador percibía esta contradicción, se odiaba así mismo por ella y sentía la necesidad de justificarse permanentemente. Se impuso, entonces, así mismo ser crudamente sincero al escribir sus Confesiones. Su autobiografía constituye una autorrevelación despiadada. Sin embargo, al recordar sus faltas morales, el autor se derrite en autocompasión. Al leerlas, uno no puede evitar la sensación de que Rousseau intenta culpar continuamente a otro de la insinceridad de su propia conducta. En una lectura pública de las Confesiones realizada en un salón parisino, el público se indignó con lo que revelaba el autor, hubo un tumulto y la policía tuvo que prohibir las siguientes convocatorias.
Como es natural Rousseau, el apóstol de la sinceridad, despreciaba el teatro, puesto que en él alcanza la máxima perfección el arte del disimulo y el juego de roles. Toda la efectividad del teatro depende de no ser auténtico. Y esto no se aplica únicamente a los actores que interpretan papeles, sino también al público, que gustosamente participa del engaño, de lo que no es "real". El teatro constituye para Rousseau la encarnación suprema de las costumbres corrompidas y la peor de todas las artes imaginables. Pero, también, en este punto debe reconocer el autor, con tristeza, que sus acciones no se corresponden con sus palabras, puesto que escribe obras teatrales y óperas. Incluso llega a presentar una pequeña pieza operística ante el rey, por la que Luis XIV quiere otorgarle una pensión vitalicia. El premio no fue posible porque el creador faltó a la audiencia real ya que temía orinarse encima durante la ceremonia (padecía una imaginaria enfermedad de vejiga).
El alegato de Rousseau a favor de una existencia bajo la máxima "sé tú mismo" le colocó en una situación paradójica. En el intento de comprobar si realmente era sincero, el autor no sólo se observaba así mismo, sino también al mundo que le rodeaba. Sólo comparándose con otras personas podría constatar si él era auténtico. No tiene mucho sentido examinar únicamente nuestro propio ser para comprobar si uno es más auténtico que uno mismo. Pero cuando Rousseau colocaba el mundo bajo su lupa para poder estar seguro de su propia sinceridad, creía reconocer en él mismo la rivalidad, la envidia y la hipocresía. Finalmente llegó a creer que había una conspiración contra él: cada cartero y cada paseante que le saludaba amablemente pasó a formar parte del complot que había urdido Europa (¡!) entera contra su persona. AL final, Rousseau incluyó a Dios en la conspiración: ¡Todo el cielo y la tierra intrigan en contra de Jean-Jacques Rousseau!
Rousseau es el fundador de la crítica moderna de la civilización. Para el autor, la civilización no conlleva una existencia mejor sino todo lo contrario. La cultura significa el mal, la frialdad, la desconfianza y el fingir. La civilización priva a los hombres de su bondad natural y de su libertad. Rousseau maneja contraposiciones simples: cultura contra naturaleza, ciudad contra campo, celebraciones en la corte contra fiestas rurales, apariencias contra sinceridad, inmoralidad contra moralidad, decadencia contra salud, lujo contra sencillez, masa contra soledad, egoísmo contra compasión, lectura contra hachar leña, besos de nata contra copos de avena. Todo lo "natural" es bueno. Por cierto, Rousseau nunca pronunció la conocida proclama "Vuelta a la naturaleza". Pero tuvo que soportar el comentario malicioso de un colega: el gran racionalista de la Ilustración, Voltaire, rechazó la posición anti-intelectual de Rousseau. Voltaire apostilló que al leer a Rousseau a uno le entraban ganas de volver a caminar a cuatro patas.
Rousseau nos resulta conocido. Su espíritu flota sobre las tiendas ecológicas y en las consultas de los médicos naturistas, sobre los seminarios de autorrealización y los talleres rurales de elaboración de queso artesanal. El legado de Rousseau inspira las ideas acerca de la "masificación" de las grandes ciudades, de la "alienación" de nuestra vida debido a las "imposiciones" sociales, del empeño por ser "uno mismo" y de la "frialdad" de las relaciones humanas en la sociedad. Recurriendo a Rousseau, uno puede expresar la indignación moral que le causan las investigaciones médicas o científicas, sin tener que hacer el esfuerzo de informarse con objetividad. Las huellas del testamento de Rousseau gotean de los dedos del turista que, en julio o en agosto, sentado en la terraza de una casa vacacional situada en un país del sur de Europa, moja una gruesa rebanada de pan moreno en el aceite de oliva que queda en el plato, el cual fregará luego en una palangana esmaltada, que previamente ha llenado con agua calentada en un hornillo de gas.

Capítulo dedicado a Lo que hay que leer en cuanto a CIVILIZACIÓN: Jean Jacques Rousseau, Discurso sobre las ciencias y las artes, 1750

Qué bonito es culturizarse, ¡a una le hace sentir tan bien! Rousseau me pondría verde por ello -¡¡¡Exceso de racionalismo!!!- y me sugeriría invertir mi tiempo y dinero en... nu sé, ¿crearme una huerta en la terraza? Sin embargo, mi querido y muerto amigo Rousseau, aún comulgando con muchas de sus ideas, ¿cómo iba a plantearme yo lo que me habriais sugerido -de estar vivo y ser mi amigo real- habiendo transcurrido 262 años desde que escribisteis el punto y final de vuestro discurso sino fuera por uno de... "esos" que detestais -un libro- y ciertos excesos racionalistas que despreciais -y de los que gozo a menudo-?  
*Rousseau levanta una ceja y comunica desde el más allá que ya han aludido antes a sus contradicciones personales, y que ya está bien de hurgar en la herida*
Disculpe, monsieur Rousseau, ha sido un gusto filosofar con vos, cuando quiera repetimos.

miércoles, 25 de enero de 2012

No era el adjetivo adecuado

Reunión de trabajo. Revisión de Cuestionarios.
-"¿Se siente orgulloso/a de su lugar de trabajo?"
-¿Orgullo? hombre... el trabajo está bien, pero no somos ingenieros de la NASA.
 Todos se ríen, menos los jefes, que me miran con cara de póker.

Como diría Mariano: al pan, pan, y al vino, vino.

lunes, 23 de enero de 2012

http://www.leysopafuera.blogspot.com/

Espero que sea una dramatización para motivar a la gente, ¿o es que nos acercamos inexorablemente a 1984? (es una pregunta retórica).

domingo, 22 de enero de 2012

Lazy Dimanche

Hoy he estado recordando a mi Yo de hace ten years. Se dice tan pronto porque las palabras son así de rápidas, pero la verdad es que de aquí a allí hay un tiempo de gran envergadura y sin embargo -y como ratificación de la teoría de la relatividad de Einstein- miro y parece que fue ayer.
Y me siento como Louis caminando por las ruinas próximas al cementerio La Fayette, apartando las ratas muertas del viejo camino conocido, dejando por primera vez huellas sobre un polvo acumulado de años. Penetrando en la habitación ruinosa que una vez fue su hogar y reencontrándose con un pasado decrépito, escuchimizado en una silla, pavoroso. 
Le ofrece su mano como consuelo.
-¿Recuerdas como era yo? ¡qué... vampiro... era... yo! 
Gime la sombra de Lestat. 
Y ambos sonríen con beatitud, recordando un pasado que queda lejos, que les marcó a fuego, que les unió y les separó, y a pesar del dolor queda algo que les hace todavía sonreír. 
Touché.
Me dolió tanto cuando Louis aparta la mano y la expresión cadavérica de Lestat se vuelve ceniza, comprendiendo que no ha venido a salvarle sino a cerrar definitivamente una puerta que quedó entreabierta. 
Y allí le deja, para que muera solo. 
Quizá Louis ya estaba muerto y no esperaba nada más del pasado, sabía que no podía revivirlo ni reavivarlo. Estaba definitivamente acabado. Y es que en todos los años que habían pasado desde allí hasta ahora aprendió a sobrevivir con el vacío del presente, ese que Lestat no podía tolerar y contra el que se encoge empequeñecido, luchando sin fuerzas. 
Siempre tan diferentes y opuestos.
-Oh Louis, Louis... ¡siempre quejándote! ¡he tenido que oír eso durante siglos!


Lestat siempre me hizo quererle y odiarle a ratos por mamonazo. Pero cuando desaparece de la narración y de escena, deja ese enorme agujero negro clásico de las supernovas. 
Quizá porque siempre he sido un Louis, el patético Louis que vive y se alimenta de la sombra de soles más radiantes que le iluminan y brillan con demasiada intensidad, que termina solo caminado por las calles silenciosas del futuro, silbando para anunciar su presencia a los desconocidos que se cruzan con él, dándoles una oportunidad para escapar antes de mostrarle sus dientes.  

In Memoriam. Por las sonrisas de lado y los ojillos brillantes.


-¡¿Es que no has aprendido nada?! -grita Louis a su entrevistador.
Lo deja tirado en el suelo, medio estrangulado, sabiendo que lo ha empujado irremediablemente a la búsqueda de la cálida sombra de Lestat. 
Y así renace la estrella que atrae nuevos planetas con su fuerza, que los atrapa bajo su órbita. 
La vieja historia del Universo.

viernes, 20 de enero de 2012

Apocalipsis now

Bueno, tengo esto abandonado y al final hemos llegado al año del Apocalipsis, tú y yo, juntos. Puestos a elegir, este parece un buen año, el mejor, para mandarlo todo a la mierda, con el aire funesto que circula por todo el planeta (y no me refiero a la polución, aunque también). Es un año cutre, chungo, penoso, con toda la gente hablando de corrupción, recortes, pobreza, miseria... y ojalá sólo se tratara de miseria económica, pero no, por desgracia abarca todos los palos del flamenco, blablabla. Sálvese quien pueda.
Ayer escucho a un tipo representante de una agencia de esas que no saben nada salvo de cifras macroeconómicas y se las trae al pairo la gente, las sociedades, los pueblos. Habla el tío con un castellano con acento de nosedonde, diciendo que las reformas y  recortes están bien pero son insuficientes, España tiene que recortar más en sanidad y educación. Y yo me pregunto qué derecho tiene a opinar respecto a lo que es de todos si a él solo le interesa lo que es de unos cuantos. ¿Quién coño gobiernan los países, para qué mierda fingimos vivir en un sistema democrático cuando los que dictan las normas a seguir son cuatro o cinco que, por cierto, no han pisado un hospital ni un colegio público en sus vidas ni tendrán que llevar allí a sus madres, hijos y familia porque les sobran los billetes y prefieren los lujos de la privada? Esa gente que dicta normas y directrices macroeconómicas sin pensar en la sociedad de a pie que tendrá que soportarlas son unos putos egoístas que no piensan en nadie más que en sí mismos y en los de su camarilla. Están cargándose la clase media. Están quedándose con todo el pastel, frotándose las manos ante las oportunidades empresariales que la crisis les ofrece, privatizando lo público,  creando un abismo entre pobres y ricos. Y nosotros somos idiotas por permitirlo y tragarnos el mensaje.
Estoy hasta los ovarios de esta campaña de desprestigio contra lo público. Ahora resulta que el gran demonio a exorcizar no son los especuladores sin escrúpulos, los creadores de burbujas tóxicas, los que quieren dinero rápido y ficticio y salen de puntillas cuando el desastre les estalla a otros en la cara, o los que gestionan nuestro dinero para engordar los bolsillos de sus empresas afines. NO, señoras y señores, resulta que la culpa de todo la tienen... ¡los funcionarios! los médicos, los profesores y los administrativos de ventanilla, que son todos unos vagos, que no quieren echar horas extras y que se creen que su puesto de trabajo les pertenece en propiedad. Esta mañana tengo que escuchar a un distinguido señor trajeado representante de no se quién, ni me importa -aunque me asusta que haya gente tan imbécil como para tragarse su mensaje- que habla de su experiencia personal en una oficina de justicia, donde los funcionarios entran a trabajar una hora más tarde de su horario, que le consta que no trabajan su jornada de siete horas estipulada, sino que echan cuatro o cinco como mucho, y que la culpa de que la justicia en este país sean tan pésima la tienen ellos. Y se queda tan pancho. 
Otra contertulia -representante de los funcionarios- le pide que especifique de qué oficina se trata, que de nombres y apellidos, que se moje en vez de espolear a los televidentes con el estereotipo generalizado del funcionario maleante. Cómo es lógico, el tipo no se moja (una de dos, o no tiene cojones para hacerlo sabiendo la que le vendrá encima, o no tiene pruebas y es un mentiroso). No nos engañemos, es esto lo único que hace -lo único que sabe hacer-: espolear las mentes de los miles de parados que están viendo la televisión, que no tienen un euro en el bolsillo, soltando ideologías por la boca disfrazadas de realidades abstractas, dándoles un enemigo fácil al que odiar, el funcionario maleante (¿quién no ha tenido una experiencia similar con un funcionario de ventanilla?). Y así se crean las turbas populares, se manipula a las masas y se crean grupos de opinión, blablabla, recurriendo al odio fácil y sencillo (argumento clásico para atacar también al inmigrante, al extranjero, a las minorías, etc). Es más fácil odiar a un yonki carterista, o a un funcionario de mal humor que se niega a sellarnos un documento, que a un tipo trajeado y engominado que acude a los tribunales con su elegante corbata por haberse quedado con cantidades indecentes de dinero de las arcas públicas (American Psycho, libro o película, retrata a la perfección la sencillez con la que se puede manipular la opinión de la gente con algo tan simple como las apariencias, que es lo mismo que decir "estereotipos") ¿Le interesa a la gente la verdad verdadera o es más fácil creerse el mito? ¿qué dicen esos manipuladores de la opinión pública que acusan a los inmigrantes de saquearnos la Seguridad Social del hecho de que ésta haya tenido un respiro gracias a las aportaciones y al crecimiento de la población inmigrante? 

Hechos, quiero hechos. Argumentos. Verdad. No me espolees con banderas e ideologías, convénceme con argumentos. Esto es pedir demasiado a nuestros gobernantes, políticos, estadistas y periodistas alimenta-campañas. Algunos se salvan, algunos están luchando por sacar la verdad a la luz pero, por desgracia, aún son pocos y con escasa audiencia.
 
Sí, hoy me estoy liando a insultar, he inhalado demasiado aguarrás pintando, y además, se me agota la paciencia y la diplomacia, de las que siempre he sido garante y representante. Desde que vi el documental "La Doctrina del Shock" (http://www.naomiklein.org/shock-doctrine) me quedé tan indignada, tan enfurecida, tan rabiosa, que mi furia va subiendo notas en la escala musical. DO-RE-MI-FA-SOL-LA-SIIIIIII...
Todavía me acuerdo cuando me explicaron aquello de los tres estamentos en el colegio respecto a la sociedad del Antiguo Régimen: Tres Estamentos, Nobleza, Clero y el saco roto del pueblo donde cabía de todo menos los otros dos. Y éstos, los más pobres y desgraciados, eran los únicos que pagaban y sostenían al Estado con sus impuestos, y yo me decía, ingenua de mí, ¿pero qué injusto, no? ¿no sería más lógico que contribuyeran todos y que pagara más el que más tiene? ay... que poco sabía yo de la vida entonces. 
Y aquí estamos, en el apocalipisis, con todas esas voces grises anunciando recortes, esfuerzos, sacrificios, quitándonos derechos conquistados, robándonos en nuestra jeta, pidiendo más "por el bien del Estado" mientras a las grandes fortunas (la Nobleza-Clero de hoy) no se les toca ni un pelo. Y nosotros, los de a pie, dejándonos engañar y manipular, dejándonos saquear con una sonrisa en la cara. Mientras cae en picado la venta de coches de gente de a pie y se duplican las ventas de los coches de lujo. Pero sí, ¡funcionarios a la calle! eso lo solucionará todo. 
Se me revuelve la bilis.
Y mientras en Cataluña muere una mujer a la que no operan en 4 días y a la que trasladan de hospital 5 veces, y todo porque con los recortes no hay quirófanos abiertos por las tardes, ni equipos preparados para operar, ni mierda. Y muere de un aneurisma por la desidia y la indiferencia de esos mamones que nos gobiernan y han despilfarrado el dinero de todos, que se han plegado sin rechistar a la dictadura del Mercado, esa gentuza que dice, "no es suficiente, aún hay que recortar más, cerrar más, privatizar más" y si muere la gente ¿qué coño me importa? no será mi madre ni mis hijos los que van a pudrirse en un hospital público, ¿por qué me iba a preocupar por las madres de los demás? que se la apañen. ¿Y tú te lo crees? ¿en serio?
Yo no me creo nada. Los casos de corrupción nos estallan en la cara. En mi ciudad abre un museo sin piezas ni obras. Uy, resulta que el Ayuntamiento les dio el dinero a una empresa gestora que debía encargarse de todo, pero varios años después el dinero del museo no está, y el museo tampoco. ¿Dónde se habrán metido? Quién sabe donde. ¿No había nadie que supervisara qué estaba pasando con el dinero público? jajaja, risitas. Bueno, dice el alcalde, al menos ahora tenemos un edificio rehabilitado para la ciudad, aunque esté vacío, sin museo.
También tenemos el primer y único aeropuerto peatonal del mundo en Castellón, sin aviones ni pasajeros, una ruina absoluta, una catástrofe, pero ¡ey! la gente puede pasear por las pistas de los aviones, ¿no es bonito? van allí a sacar a sus perros y a sus niños, y admirar al único aeropuerto fantasma del mundo, tan silencioso, oye! 
Pues no, la culpa de esta ruina, de esta estafa y este desfalco que ha costado 5 millones a las arcas públicas, no la tuvieron los profesores, ni los médicos de atención primaria, ni siquiera el funcionario de ventanilla que esta mañana no desayunó all bran de kellogs, la culpa la tiene un tipo trajeado y bien peinado que se cree Todopoderoso, que actúa con total impunidad bajo el disfraz de "servidor público" firmando contratos calamitosos con el dinero PÚBLICO, de todos, que regala a su amigote -dueño de la empresa encargada de construir el aeropuerto silencioso-. Se dan palmaditas en la espalda y se ríen juntos en su despacho mientras fuman puros, disfrutando del soleado futuro mientras se reparten el pastel que a los currantes de a pie les ha costado tanto sufragar. 
Estos caballeros tan distinguidos y sus amigotes que han disfrutado de los años del TodoEstáPermitido son los que de verdad tienen la culpa. Estos mismos que ahora nos dicen que tenemos que sacrificarnos un poquito más, sin rechistar, por el bien de todos. 
Y la culpa es nuestra, por dejar que los casos de corrupción no afecten lo más mínimo a los partidos políticos, que vuelven a revalidar su poder incluso con mayoría absoluta, es algo así como vergonozoso... Por creernos las mentiras, por dejarnos manipular, por aceptar las collejas mientras unos pocos privilegiados se compran ferraris.
Pues vale, estoy cabreada. Pero también desencantada y amargada pensando que sí, este debe ser el Apocalipsis, que no viene en forma de guerra ni meteorito llegado del remoto Universo, sino de patetismo y decadencia. Por ver las noticias, que en China hay revueltas en la calles, no claman mayor democracia o justicia, NO, es que no pueden comprar del nuevo Iphone porque las autoridades no pueden garantizar la seguridad de los vendedores de las tienda bajo el furor de las masas... buajaja. Lagrimita.
Marx dijo que la Religión era el opio del pueblo. Ahora la tecnología (internet, la televisión, las redes sociales, la ficción) es el nuevo opio.  "Pan y circo", que dijo Juvenal.
¡Bienvenidos a la Hiperrealidad! El verdadero Apocalipsis.

PD. Esto es lo que se dice un mal día!