sábado, 29 de agosto de 2009

La Buena Alquimista

Hola. No tengo mucho de qué hablar pero sí ganas de hacerlo. He ahí otro (de tantos) de mis grandes defectos... mente abstracta. Si un chino me evaluara con sus milenarios conocimientos esotéricos arrugaría la nariz y chillaría "¡falta tiela, falta tiela! mucha agua! ¡tú desequilibrada!" ¿Me curaré si me voy a vivir al campo, rodeada de tierra y Naturaleza salvaje? ¿o cuando esté allí me aburriré y echaré de menos las salas de cine, las escaleras mecánicas y la calle atiborrada de gente y conversaciones ajenas? qué chasco sería darse cuenta de que una es tan mundana y corriente. Sé que lo soy, no os creais. No me las voy a dar de nada. Y tampoco creo que sea malo, siempre que haya algo de misterio o profundidad. Pero a ratos también soy otra cosa, muchas veces para mi desgracia.

Supongo que, como siempre han sabido los chinos, somos una extraña mezcla energética surgida de la combinación de diferentes elementos. Agua, tierra, fuego, aire... El que el mejunje se convierta en un elixir o en un veneno depende de que una sepa echar los ingredientes adecuados en el momento justo. Equilibrio perfecto en el caldero. Y remover, y qué no explote.

Tendré que apuntarme a clases de Pociones con Snape, a ver si mejoro, ¡ja!

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