Pues aquí estoy. No preguntes ni por qué, ni dónde, ni cómo, ni cuándo. Sólo estoy. No tengo pretensiones de nada, ni siquiera de perdurabilidad; tengo la fea manía de empezar muchas cosas y no acabar ninguna. Pero, por ahora, aquí estamos yo y mis deseos de evasión (que son muchos, y crecen y se multiplican como conejos).
El resto se lo dejo a los dioses olímpicos, o a cualquier otra divinidad/espíritu que quiera participar (no soy nada snobs celestialmente hablando). Empujad mi barca dónde os apetezca mientras yo tiro los remos y me dejo llevar...
No hay comentarios:
Publicar un comentario