lunes, 2 de mayo de 2011

Agujetas en las alas y sueño bíblico absurdo

Yo era en verdad un muchacho, y estoy con Sam y Dean, los hermanos Winchester, que conducen una furgoneta blanca. Me piden que hable de mi oscuro pasado, de quién me persigue, qué monstruos he visto. Yo no quiero hablar, me mantengo callada y hosca (callado y hosco). Entonces de pronto, estoy en una misión. Es de noche, estoy en un paraje desolado, sin árboles, el suelo está embarrado y se me hunden los pies. Hace frío, estoy corriendo, en peligro, perseguida por algo maligno. Entonces veo un hombre joven vestido de blanco, con sus túnicas, tirado en el barro bocabajo, derrotado. Es... ¡Jesús! el hijo de Dios, derrumbado en el suelo, y ahora sé que mi misión es rescatarle. Voy hasta él, sólo es un hombre humano pero tiene ese aire ancestral, puro y élfico, como una luz blanquecina a su alrededor y unos ojos grandes y melancólicos.
-¡Vamos! ¡he venido a ayudarte! 
Le ayudo a levantarse y entonces aparece ese "algo" que me perseguía, que no es otra cosa sino... ¡el Demonio! el demonio nos ha visto a ambos y viene a por nosotros, pero entonces algo se interpone en su camino. Es... ¡otro demonio! un Satán aún más primigenio que el anterior, que ya no parece humano sino una especie de criatura titánica, un monstruo sin rastro de humanidad o inteligencia en su aspecto o mirada. Es una maldad pura, instintiva, elemental. Y no nos mira a nosotros, al Jesús élfico o mí, sino al otro demonio. Y abre la boca y lanza un aullido de tiranosaurio... listo para atacar.
-¡Vamos! -le grito a Jesús tirando de su mano-. Tú representas el Bien, y ellos representan el Mal. No van a atacarte a ti, se atacarán entre ellos para ver cuál de los dos vence...
Es nuestra oportunidad de escapar. Y corremos campo a través, y tras de nosotros se oyen los terribles alaridos de la pelea, y el cielo se llena de explosiones increíbles, como bombas nucleares estallando y lanzando ondas expansivas alrededor nuestra. 

De pronto he vuelto a la Tierra. Mi misión ha acabado con éxito. Sé que he salvado al representante del Bien. Sé que esa era mi tarea. Entonces hay gente a mi alrededor y me pregunta dónde he estado. 
-Ayudando a Jesucristo -respondo.
Y de pronto lo que parecía tan natural en el mundo oscuro de lodo, parece absurdo en la Tierra (tan absurdo como puede parecer ahora, mientras escribo este sueño). Yo misma -ya he vuelto a ser mujer- me doy cuenta de ello y me avergüenzo pensando que los demás creerán que me he vuelto loca...
-¡¿A Jesús?! ¡pero qué dices! -se burlan.
-Sí, le he ayudado a escapar... -insisto, a la defensiva, esperando que me acribillen y humillen por loca.
-¿Y tu mano? ¿qué le ha pasado a tu mano? ¡te han crecido los dedos!
Pues de pronto, cómo solo ocurre en un sueño, sé que antes de irme a mi misión una de mis manos estaba lisiada, tenía cortados todos los dedos de una mano. Levanto mi mano y la miro. Está intacta, con todos sus dedos. Sonrío agradecida. 
-Ha sido Jesús -digo-. Me ha devuelto los dedos.
Y sé que el hijo de Dios caído de bruces en el barro, como un pobre humano con aire desvalido y melancólico, me ha regalado los dedos que en el pasado perdí, en agradecimiento por ayudarle a escapar del lodo. 

Un sueño curioso teniendo en cuenta mi tendencia al paganismo, agnosticismo y existencialismo. O sea, ¿quién sueña con Dios y el Demonio? ¿quién alude a la representación del Bien y del Mal mientras no tiene control sobre su mente consciente? pues los locos de atar, claro.
No sé si la culpa de todo esto la tiene haber ido al concierto de Ismael Serrano, que regaló ¡4 horas! de su tiempo cantando sin parar con esa voz ronca y triste, y sólo paró porque el teatro encendió las luces y nos echó a todos, porque creo que habría seguido al grito de ¡otra, otra, otra! 
La gente se sabía las canciones, la gente se conmovía con sus historias, atrás mío todo eran oes y aes cuando reconocían los acordes de una canción (quizá "su canción" porque son todas tan de ti, de mí, de ellos, de todos nosotros). Y yo, sin saberlo ni haberlo pretendido, pasé mucho tiempo de esas cuatro horas sintiendo escalofríos. 
No sólo cantó, recreó un Universo, un cuento mágico de un bloque de viviendas lleno de vecinos y de historias llenas de alma, y conforme pasaban esas cuatro horas él las iba conectando entre sí como en una sinfonía perfecta...  la gente reía, aplaudía o murmuraba "ohhhhhhhh", entregados, motivados, partícipes de cada cuento. (Porque todas las historias acaban bien, todos acabamos moralmente reconfortados).
Ismael Serrano es mi Jesucristo. Lleno de valores, de crítica a los políticos, al sistema, a las mentiras y a las hipocresías, lleno de historias cuyo escenario es el metro de Madrid, los tugurios de mala muerte, las pensiones, la oficina donde malgastamos los años. Y cómo hacer de todo eso mitología, es un gran misterio.
Me hizo sentir en un cuento de la Isabel Allende de los primeros años.
Es una lástima que ya esté casado, porque sin duda, me hubiera casado con él si él hubiera aceptado mi humilde solicitud.

Un pequeño regalo, su canción bandera... tan vigente todavía, quizá hoy más que nunca:






3 comentarios:

  1. Lo sueños tienen eso, por ejemplo esta noche antes de poder dormir he tenido un sueño corto, de esos que te salen antes de poder conciliar el sueño.

    Estaba en mi casa y había como una bandeja en el suelo como donde se dejan revistas (en mi casa no hay eso, así que es completa invención del sueño), pero veo que algo sale de ahí.
    Noto que alguien quien creo que es mi hermana pequeña está enganchada a mi espalda como subida a caballito mío, incluso veo las manos por eso pienso que es ella pero cuando voy a una habitación veo que en realidad mi hermana está ahí por lo que no puede ser ella.
    La cosa es que me despierto pero en el proceso de despertarme tengo un malestar raro, como una presión en mi espalda, como si realmente estuviese alguien ahí, que poco a poco se va desvaneciendo. La cosa es que estaba dormido de lado, a un lado de la cama y precisamente daba el hueco que más sobraba de cama es que daba de espaldas.

    Por eso me ha costado dormirme y ahora tengo sueño ja ja

    ¿ curioso verdad ?

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  2. Qué suerte no tener esa clase de sueños, yo me quedaría muy rallada... (tengo una imaginación muy folclórica). De todas formas me fascinan los sueños y su lenguaje. A veces me inspiro en ellos para escribir cuentos, ya que de forma consciente jamás se me ocurren historias ni ambientes tan macabros...

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  3. Yo sufro de imaginación desbordante. Aunque ya no tanto, quizás por suerte ja ja

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